Por Raúl Bribiesca Aguilar Fecha de publicación: 26/11/20
En esta entrada les presentamos el enfoque de la ruta del carbono para el manejo de nutrición en producción en invernadero
Tabla de contenido
El manejo de la nutrición en agricultura protegida pretende lograr un alto rendimiento congruente con la inversión efectuada, pero no siempre con los resultados esperados.
Hay varias formas de buscarlo y uno de los criterios prácticos más efectivos es enfocarlo a la “ruta del carbono”.
El carbono junto al oxígeno, constituyen aproximadamente el 80% del peso seco de la planta y es el principal componente estructural y de las biomoléculas responsables de la actividad metabólica de la planta.
El enfoque de “la ruta del carbono” nos conduce a planificar y manejar la nutrición con enfoque integral de tal manera que se estimule una alta fijación del carbono atmosférico y se influya en su metabolismo para lograr el equilibrio, producción y calidad deseados.
Las medidas más efectivas para fomentar una mayor fijación de carbono son:
-Potenciar la capacidad fotosintética de la planta a través de:
-una buena composición química
-desarrollo radicular, formación y cuidado de tejidos vasculares y área foliar.
-Asegurar una concentración adecuada de CO2
En invernaderos ubicados en lugares fríos, y obligados a permanecer cerrados, mediante el suministro artificial.
En invernaderos de lugares cálidos, con necesidad de ventilación, contar con una estructura que permita las suficientes renovaciones de aire y una efectiva estrategia de manejo que mantenga la menor diferencia posible entre el contenido de CO2 exterior y el interior del invernadero.
-Cuidar que la radiación solar, temperatura y contenido de humedad ambiental favorezcan una intensa fijación del carbono procurado dentro del invernadero.
-Fomentar una adecuada actividad estomática que produzca un alto flujo de CO2, agua y minerales en la planta gracias al manejo adecuado del riego, contenido de humedad en el aire (DPV) y presión osmótica sobre la raíz.
Con todas estas medidas se fortalece la actividad fotosintética con grandes beneficios potenciales que pueden capitalizarse sólo si podemos regularla mediante su complemento metabólico: la respiración.
La respiración es el proceso en el cual se utiliza el carbono fijado para producir la energía requerida por la planta, siendo la diferencia entre los dos procesos (fotosintético y respiratorio) el carbono disponible para el crecimiento y desde luego para la producción.
El estrés es la herramienta que nos permitirá manipular el equilibrio entre los dos procesos, siendo las siguientes, algunas de las medidas prácticas para lograrlo:
-Punto de reposición (momento para dar el siguiente riego)
-Presión osmótica de la solución nutritiva
-Cantidad de follaje en la planta
-Equilibrio de la solución nutritiva
-Cantidad de radiación solar incidente
-Temperatura ambiental
En la práctica, la mejor forma de manejarlo es a través del monitoreo de las condiciones ambientales determinantes, pero sobre todo mediante el riguroso seguimiento de indicadores directos, como
-Ganancia de peso
-Evolución de la dendrometría
Y desde luego un invernadero que, gracias a su buen diseño, permita implementar las medidas más convenientes para lograr el resultado esperado.
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